Mateo 15:18-20
“Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre; pero el comer con las manos sin lavar no contamina al hombre.”
¡Esta boca mía!
Desde el principio de los tiempos, uno de los aspectos que mas ha generado conflicto entre nosotros, es el ser muy rápidos para hablar y lentos para oír.
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse” (Santiago 1:19)
¿Cuántas veces hemos dicho «¿Por qué dije esto?”? ¿En cuántos problemas nos hemos metido?
¡La mayoría de las veces es casi imposible resarcir el error!
Es vital entender que Dios nos ha dado la facultad para evitar que nos gane el impulso y así evitemos meternos en más problemas.
“Del fruto de la boca del hombre se llenará su vientre; Se saciará del producto de sus labios. La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos.” (Proverbios 18:20-21)
Clases de frenos
Es un asunto de riesgo! Por ello hoy vamos aprender de la Palabra de Dios como poner frenos a nuestra boca:
1. Freno “Callemos y pensemos primero”
“Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido.” (Proverbios 17:28)
sino,
“Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios.” (Proverbios 6:2)
2. Freno “Filtremos las palabras adecuadas”
“El hombre perverso cava en busca del mal, Y en sus labios hay como llama de fuego. El hombre perverso levanta contienda, Y el chismoso aparta a los mejores amigos. El hombre malo lisonjea a su prójimo, Y le hace andar por camino no bueno. Cierra sus ojos para pensar perversidades; Mueve sus labios, efectúa el mal.” (Proverbios 16:27-30)
3. Freno “Midamos las palabras con los hombres”
“Porque todos ofendemos muchas veces. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.” (Santiago 3:2), sin embargo, con algo podemos empezar “Yo dije: Atenderé a mis caminos, Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno, En tanto que el impío esté delante de mí.” (Salmos 39:1)
4. Freno “Midamos las palabras con Dios”
“Porque contra mí te airaste, y tu arrogancia ha subido a mis oídos; pondré, pues, mi garfio en tu nariz, y mi freno en tus labios, y te haré volver por el camino por donde viniste.” (Isaías 37:29), por tanto, “No dejes que tu boca te haga pecar, ni digas delante del ángel, que fue ignorancia. ¿Por qué harás que Dios se enoje a causa de tu voz, y que destruya la obra de tus manos?” (Eclesiastés 5:6)
y 5. Freno “Practiquemos el bendecir”
“Con ella bendecimos al Dios y Padre, y con ella maldecimos a los hombres, que están hechos a la semejanza de Dios. De una misma boca proceden bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. ¿Acaso alguna fuente echa por una misma abertura agua dulce y amarga? Hermanos míos, ¿puede acaso la higuera producir aceitunas, o la vid higos? Así también ninguna fuente puede dar agua salada y dulce.” (Santiago 3:9-12)
Hagamos uso del entendimiento que el Señor nos ha regalado para tomar consejo de esto. Sólo un fatuo seguirá hablando deliberadamente hasta
“Agravios maquina tu lengua; Como navaja afilada hace engaño. Amaste el mal más que el bien, La mentira más que la verdad. Has amado toda suerte de palabras perniciosas, Engañosa lengua. Por tanto, Dios te destruirá para siempre; Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes.” (Salmos 52:2-5)
¿Qué dices? ¿Ponemos frenos a nuestra boca?
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!