¿Van las cosas mal?
¿Van las cosas mal?

¿Van las cosas mal?

Lucas 13:10-11
Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.

A nadie le gusta que le vaya mal, todos quieren triunfar, ser mejores, que sus sueños se materialicen, sin embargo, ¿qué sucede cuando vamos de mal en peor? ¿qué sucede cuando las circunstancias se mueven fuera de nuestras manos? ¿Cuándo vemos que pasan los años y nuestra condición no cambia? ¿Alguna enfermedad? La mujer que narra Lucas 13 llevaba 18 años encorvada! 18 años viviendo en la misma desdicha! ¿Qué diríamos? ¿Mala suerte? ¿Perderíamos la fe? ¿Renegaríamos de Dios?

Muchos perdemos el norte cuando todo va mal, pero el Señor se ha encargado de darnos el “mapa” para poder cruzar ese desierto y salir victoriosos de la desdicha.

¿Cuál mapa? ¿Cómo? ¿Cuál? ¿Dónde?

Veamos que nos sugiere la Biblia:

Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.” (Josué 1:8)

es decir:

1. Meditar en la Biblia 

El que acostumbra a leer calamidades y problemas pensará en calamidades y problemas, y hablará problemas y calamidades, un estándar de derrota, en cambio, si se deleita meditando en la Palabra leerá, pensará y hablará promesas, no de enfermedad, ¡Su estándar es y será de victoria! 

El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca.” (Lucas 6:45)  

Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.” (Romanos 8:37)

2. Hacer lo que la Biblia me dice que debo hacer 

Existe un gran trecho entre leer las promesas y tomar la determinación de vivirlas!

Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.” (Santiago 1:22-25

¿Algún requisito? Fe! ¿Nos atrevemos a caminar en fe?

3. Prosperaré y todo me saldrá bien

Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)

En medio de la adversidad, en medio de la desdicha, en medio del meollo el Señor está esperando que hagamos uso de su Palabra para que nos atrevamos a ponerla por obra, porque solo así “harás prosperar tu camino”

Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad. Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.” (Lucas 13:12-13)

Jesús la vio, la llamó y le dijo, la mujer encorvada se dejó ver, atendió, creyó y fue librada de su desdicha! ¿Desdicha? Sigamos estos puntos que nos enseña la Biblia…

Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por un tiempo, mas se apresura hacia el fin, y no mentirá; aunque tardare, espéralo, porque sin duda vendrá, no tardará. He aquí que aquel cuya alma no es recta, se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá.” (Habacuc 2:2-4)  

Oremos

Jesús, eres Grande, Admirable, Asombroso y Todopoderoso! No existe enfermedad, problema o calamidad que te pueda amedrentar. Tú tienes el control de mi ser y me guardas con poder. Por eso ahora desecho todo miedo, toda duda y todo temor y me aferro a Ti, me suelto en Ti y creo que contigo saldré una vez más en victoria! Todo lo puedo en ti Jesús que me fortaleces, por eso convencido sé que veré tu ayuda, tu socorro, tu guianza, tu apoyo, tu soporte y tu gloria! Lo creo y me aferro a ello en el nombre de Jesús, Amén.

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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