Salmos 36:6-9 TLA
“Tus decisiones son justas, son firmes como las montañas y profundas como el mar. ¡Hombres y animales están bajo tu cuidado! Dios mío, ¡tu amor es incomparable! Bajo tu sombra protectora todos hallamos refugio. Con la abundancia de tu casa nos dejas satisfechos; en tu río de bendiciones apagas nuestra sed. Sólo en ti se encuentra la fuente de la vida, y sólo en tu presencia podemos ver la luz.”
A menudo…
asistimos a la casa del Señor dejando a la entrada el maletín lleno de problemas, luego entramos, nos sentamos, escuchamos el mensaje, cantamos y damos alabanzas al Señor. Después de terminar, nos despedimos y al retomar a la entrada: volvemos a tomar el maletín lleno de problemas que dejamos en un inicio a la entrada.
Problemas de pareja, familia, financieros, de empleo, sueños sin cumplir… problemas y más problemas nos mantienen preocupados, abatidos y frustrados hasta el punto de decirle a Dios “Señor espera! ¡¿No ves que busco una solución para mi problema?!”… Cuando la Palabra nos enseña que es a lo contrario
“Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío.” (Salmos 42:4-5)
¿La abundancia de tu Casa?
La Palabra de Dios hace referencia a la abundancia de su Casa respecto a todo aquello que es bueno y necesario en gran manera para nuestras vidas! Por ejemplo,
¿Qué era la abundancia buena y necesaria para la casa de Jacob?
“Y dijo Faraón a José: Di a tus hermanos: Haced esto: Cargad vuestras bestias e id; volved a la tierra de Canaán; y tomad a vuestro padre y a vuestras familias y venid a mí, porque yo os daré lo bueno de la tierra de Egipto y comeréis de la grosura de la tierra.” (Génesis 45:17-18 BJ2000)
Y ¿qué podemos recibir en la abundancia de la casa del Señor?
La respuesta la encontramos en 2 Crónicas 6:20-35, recibimos:
1. Respuestas a nuestras situaciones
“Que tus ojos estén abiertos sobre esta casa de día y de noche, sobre el lugar del cual dijiste: Mi nombre estará allí; que oigas la oración con que tu siervo ora en este lugar. Asimismo que oigas el ruego de tu siervo, y de tu pueblo Israel, cuando en este lugar hicieren oración, que tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada; que oigas y perdones.” (2 Crónicas 6:20-21)
2. Protección de manera abundante
“tú oirás desde los cielos, y actuarás, y juzgarás a tus siervos, dando la paga al impío, haciendo recaer su proceder sobre su cabeza, y justificando al justo al darle conforme a su justicia.” (2 Crónicas 6:23)
3. Perdón de pecados
“Si tu pueblo Israel fuere derrotado delante del enemigo por haber prevaricado contra ti, y se convirtiere, y confesare tu nombre, y rogare delante de ti en esta casa, tú oirás desde los cielos, y perdonarás el pecado de tu pueblo Israel, y les harás volver a la tierra que diste a ellos y a sus padres.” (2 Crónicas 6:24-25)
4. Orientación para no extraviarnos
“Si los cielos se cerraren y no hubiere lluvias, por haber pecado contra ti, si oraren a ti hacia este lugar, y confesaren tu nombre, y se convirtieren de sus pecados, cuando los afligieres, tú los oirás en los cielos, y perdonarás el pecado de tus siervos y de tu pueblo Israel, y les enseñarás el buen camino para que anden en él, y darás lluvia sobre tu tierra, que diste por heredad a tu pueblo.” (2 Crónicas 6:26-27)
5. Gracia, favor y victoria en nuestra causa
“Si tu pueblo saliere a la guerra contra sus enemigos por el camino que tú les enviares, y oraren a ti hacia esta ciudad que tú elegiste, hacia la casa que he edificado a tu nombre, tú oirás desde los cielos su oración y su ruego, y ampararás su causa.” (2 Crónicas 6:34-35)
Notamos que es abundantemente agradable, bueno y necesario para nosotros la abundancia de la casa del Señor… pero ¿Quiénes serán completamente saciados de la abundancia de tu casa?
“si se convirtieren a ti de todo su corazón y de toda su alma en la tierra de su cautividad, donde los hubieren llevado cautivos, y oraren hacia la tierra que tú diste a sus padres, hacia la ciudad que tú elegiste, y hacia la casa que he edificado a tu nombre; tú oirás desde los cielos, desde el lugar de tu morada, su oración y su ruego, y ampararás su causa, y perdonarás a tu pueblo que pecó contra ti.” (2 Crónicas 6:38-39)
¿Anhelamos de esa abundancia de la casa del Señor?
Meditemos en estas preguntas a considerar:
1. ¿Cómo podemos degustar de la abundancia de la casa del Señor si no nos apartamos y consagramos a Dios? (Gálatas 5:13)
2. ¿Cómo podemos degustar de la abundancia de la casa del Señor si no hay en nosotros convicción? (Daniel 1:8)
3. ¿Cómo podemos degustar de la abundancia de la casa del Señor si no meditamos en la Palabra del Señor? (Josué 1:8)
4. ¿Cómo podemos degustar de la abundancia de la casa del Señor si no oramos? (1 Tesalonicenses 5:17)
5. ¿Cómo podemos degustar de la abundancia de la casa del Señor si cuando asistimos damos parcialidades al Señor porque nuestra mente, corazón y alma en realidad, no están ahí? (Mateo 22:37)
6. ¿Cómo podemos degustar de la abundancia de la casa del Señor si cuando Dios esta punto de darnos nos apresuramos a irnos de su presencia? (Eclesiastés 8:3)
¿Entendemos ahora porque unos son completamente saciados de la abundancia de su Casa mientras otros no? ¿Qué haremos hoy?
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!