¿Embotamiento?
¿Embotamiento?

¿Embotamiento?

1 Corintios 10:12 (Embotamiento)
“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.”

El embotamiento sucede cuando una persona se encuentra débil en sus sentidos, aspecto que da lugar a que posea dificultades para pensar, tomar decisiones y actuar con claridad. Por lo general, aspectos que llevan al embotamiento son la negligencia, la dejadez, la distracción, el confiarnos de que ya la hicimos, el cansancio, la crítica, la necedad, el desinterés, la desidia, la flojera, el estar cargado… o en su lado opuesto, el no estar haciendo nada!

El embotamiento es tan peligroso que su finalidad es apagarnos el discernimiento. Sin discernimiento no medimos las consecuencias de nuestros actos, no hay un norte y actuamos según nos dictamina lo que nos rodea.

“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y trescientas concubinas; y sus mujeres desviaron su corazón.” (1 Reyes 11:1-3)

El rey Salomón

Salomón fue el hijo del rey David. Sin embargo, no se le conoce sólo por esto, sino 3 puntos claves:

1. Pudiendo pedir cualquier cosa, pidió sabiduría a Jehová

Una noche, en Gabaón, el Señor se apareció en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré.» Salomón respondió: «Tú trataste con gran bondad a mi padre, tu siervo David, pues él se condujo delante de ti con lealtad, justicia y rectitud de corazón para contigo. Por eso lo trataste con tanta bondad y le concediste que un hijo suyo se sentara en su trono, como ahora ha sucedido.

Tú, Señor y Dios mío, me has puesto para que reine en lugar de David, mi padre, aunque yo soy un muchacho joven y sin experiencia. Pero estoy al frente del pueblo que tú escogiste: un pueblo tan grande que, por su multitud, no puede contarse ni calcularse. Dame, pues, un corazón atento para gobernar a tu pueblo, y para distinguir entre lo bueno y lo malo; porque ¿quién hay capaz de gobernar a este pueblo tuyo tan numeroso?» Al Señor le agradó que Salomón le hiciera tal petición” (1 Reyes 3:5-10 DHH)

2. Edificó el templo

“En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del principio del reino de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de Jehová… Y en el undécimo año, en el mes de Bul, que es el mes octavo, fue acabada la casa con todas sus dependencias, y con todo lo necesario. La edificó, pues, en siete años.” (1 Reyes 6:1,38)

3. Era un hombre prospero, muy rico, inteligente y famoso

“ Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría. Toda la tierra procuraba ver la cara de Salomón, para oír la sabiduría que Dios había puesto en su corazón.” (1 Reyes 10:23-24)

Bueno.. y qué relación tiene este gran rey con el embotamiento?

Se confió en tener sabiduría para manejar todos los asuntos, sin embargo, su mente fue distraída, hasta el punto de no poder pensar con claridad pues la olvido ordenanzas de Jehová… y tristemente pronto fue debilitado, cayó rendido y sin un rumbo, sin un norte claro… Ya no discernía… embotamiento!

“Pero el rey Salomón amó, además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras; a las de Moab, a las de Amón, a las de Edom, a las de Sidón, y a las heteas; gentes de las cuales Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegaréis a ellas, ni ellas se llegarán a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A éstas, pues, se juntó Salomón con amor.” (1 Reyes 11:1-2)

¿Cuáles fueron las consecuencias?

1. Su corazón se desvió

En total, tuvo setecientas esposas de cuna real y trescientas concubinas. En efecto, ellas apartaron su corazón del Señor. Cuando Salomón ya era anciano, ellas le desviaron el corazón para que rindiera culto a otros dioses en lugar de ser totalmente fiel al Señor su Dios, como lo había sido David su padre.” (1 Reyes 11:3-4 NTV)

2. Desviado y sin tener en cuenta a Dios, era fácil hacer lo malo

“Porque Salomón siguió a Astoret, diosa de los sidonios, y a Milcom, ídolo abominable de los amonitas. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de Jehová, y no siguió cumplidamente a Jehová como David su padre. Entonces edificó Salomón un lugar alto a Quemos, ídolo abominable de Moab, en el monte que está enfrente de Jerusalén, y a Moloc, ídolo abominable de los hijos de Amón. Así hizo para todas sus mujeres extranjeras, las cuales quemaban incienso y ofrecían sacrificios a sus dioses.” (1 Reyes 11:5-8)

(Sería bueno que por nuestra cuenta investigáramos de estos ídolos para entender el siguiente punto.)




3. Consecuencias

“Y se enojó Jehová contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de Jehová Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces, y le había mandado acerca de esto, que no siguiese a dioses ajenos; mas él no guardó lo que le mandó Jehová. Y dijo Jehová a Salomón: Por cuanto ha habido esto en ti, y no has guardado mi pacto y mis estatutos que yo te mandé, romperé de ti el reino, y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo romperé de la mano de tu hijo.” (1 Reyes 11:9-12)

¿Valdrá la pena perder discernimiento para que por culpa de nuestros actos nuestra descendencia pague las consecuencias?
Veamos los siguientes consejos 1, 2, 3 para no caer en el embotamiento:

1. Salgamos de la autosuficiencia

Cuidado!! Solos somos vulnerables! Nuestra dependencia está en Cristo Jesús

“Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.” (Juan 15:4-5)

¿Es claro?

“Así que, el que piensa estar firme, mire que no caiga.” (1 Corintios 10:12)

2. Cuidado con el descuido

“Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7:26-27)

“Entre tanto que voy, ocúpate en la lectura, la exhortación y la enseñanza. No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Ocúpate en estas cosas; permanece en ellas, para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello, pues haciendo esto, te salvarás a ti mismo y a los que te oyeren.” (1 Timoteo 4:13-16)

y… 3. Cuidado con renunciar!

La finalidad del pecado es sentirnos sucios, sentirnos que no somos aptos ya para acercarnos al Señor… Por ello la Palabra enseña que

“El que encubre sus pecados no prosperará; Mas el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia.” (Proverbios 28:13)

así que

“Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado” (Salmos 32:5)

¿Creemos que es hora de hacer en nuestra vida un pare, analizar si hemos caído en embotamiento y aplicar este 1, 2, 3?

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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