Señor ¿por qué permites que me pase esto?
Señor ¿por qué permites que me pase esto?

Señor ¿por qué permites que me pase esto?

Salmos 34:18-20
Claman los justos, y Jehová oye, Y los libra de todas sus angustias. Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de espíritu. Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.

Frases como: “Perdóname, no puedo seguir en esta relación contigo”, “Señores debo informarles que su hijo no volverá a caminar”, “Usted ha sido diagnosticado con cáncer”… hasta la misma muerte de alguien que amamos.

Somos humanos, y al recibir malas noticias nuestro corazón se angustia, se aflige, se duele. ¿Por qué el Señor permite que pase esto?

Me hizo bien haber sido afligido, porque así llegué a conocer tus decretos.” (Salmos 119:71 NVI)

Si tu ley no fuera mi regocijo, la aflicción habría acabado conmigo. Jamás me olvidaré de tus preceptos, pues con ellos me has dado vida.” (Salmos 119:92-93 NVI)  

Pero ¿justo con una situación de dolor? ¿Por qué?

Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; Con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; Su boca está llena de maldición y de amargura. Sus pies se apresuran para derramar sangre; Quebranto y desventura hay en sus caminos; Y no conocieron camino de paz. No hay temor de Dios delante de sus ojos.” (Romanos 3:10-18)

Posiblemente diremos que leemos la Palabra, predicamos, damos buenas nuevas a la gente y oramos por ellos, declaramos que Dios es Soberano, pero la Palabra registra que no hay ni uno solo! Es decir, necesitamos ser pulidos!

¿Pulidos de qué o para qué?

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo” (Filipenses 1:6)

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” (1 Pedro 5:10)

el dolor y la aflicción es el instrumento que Dios usa para formarnos, perfeccionarnos, fortalecernos y establecernos!

“Oro por enfermos, tú me oyes y los sanas, pero cuando oro por un familiar no! ¡¿Qué pasa Dios?! ¡¡Quiero que sane!!” 
“Señor yo sigo tu Palabra y me va de mal en peor. Porque Dios?!”
“Me he encargado de ser integro y seguir el Camino, Verdad y Vida que eres tu Jesucristo. ¡¿Por qué entonces me pasa esto?!”

Solemos olvidar que Dios siempre tiene todo bajo control! (Isaías 41:4) sin embargo, nunca vamos a entender porque hace las cosas Dios así (Eclesiastés 3:11), lo único que sabemos es que su propósito siempre se cumplirá en nosotros (Isaías 55:11) porque Él no cambia de parecer (Números 23:19)… Por ello en medio del dolor y el sufrimiento debemos entender que no nos vendrá una circunstancia que no podamos soportar (1 Corintios 10:13) y que la finalidad de todo siempre será para nuestro bien (Romanos 8:28).

Mas antes, oh hombre, ¿quién eres tú, para que alterques con Dios? ¿Dirá el vaso de barro al que lo formó: ¿Por qué me has hecho así?” (Romanos 9:20)  

¿Habrá alguno que sepa qué es lo que nos conviene?

Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.” (1 Pedro 5:10)

Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. 

Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros. Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero fue llevado al matadero;y como oveja delante de sus trasquiladores, enmudeció, y no abrió su boca. Por cárcel y por juicio fue quitado; y su generación, ¿quién la contará? Porque fue cortado de la tierra de los vivientes, y por la rebelión de mi pueblo fue herido. 

Y se dispuso con los impíos su sepultura, mas con los ricos fue en su muerte; aunque nunca hizo maldad, ni hubo engaño en su boca. Con todo eso, Jehová quiso quebrantarlo, sujetándole a padecimiento. Cuando haya puesto su vida en expiación por el pecado, verá linaje, vivirá por largos días, y la voluntad de Jehová será en su mano prosperada.” (Isaías 53:3-10)  

Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:9-11)

Tranquilo, Dios no te ha abandonado, estás en sus planes, aguarda, solo recuerda que siempre hay un propósito!

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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