¿Llavero de bendiciones sin declarar?
¿Llavero de bendiciones sin declarar?

¿Llavero de bendiciones sin declarar?

Santiago 1:22-25 (Declarar)
“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.”

Es tan contradictorio cuando alguien que conoce tantos versículos para distintos temas, que estudia la Palabra de Dios a menudo, le llegan problemas, dificultades y circunstancias, y se le ve buscando soluciones que ofrece el mundo o tomando una actitud que no enseña la Palabra de Dios… ¿Tiene esto sentido?
¿Seremos nosotros ese alguien? ¿De qué servirá un llavero de bendiciones si no lo usamos?
¿No se supone que

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17)

?
Algo entonces está pasando, algo en nuestro sistema está haciendo cortocircuito… Así que debemos revisarnos:

1. ¿Cómo están nuestros cables de “Accionar la Palabra de Dios”? Dios nos ha llamado para accionar la Palabra!

“Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.” (Hebreos 4:12)

2. ¿Cómo están nuestros cables de “Declarar la Palabra de Dios”? Dios nos ha llamado para declarar la Palabra!

Como

“… la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.” (Romanos 10:17)

y

“… también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” (Santiago 2:17)

entonces es nuestro deber creer y declarar la Palabra como si fuera porque

“… esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.” (1 Juan 5:14-15)

No olvidemos que nuestras

«… palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan.» (Efesios 4:29 NVI)

3, ¿Quién ha conectado en nosotros la “Insensatez”? No somos insensatos!

No tendría sentido decir que somos hijos de Dios y no poner por obra la Palabra de Dios! Por ello

“… cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena; y descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y dieron con ímpetu contra aquella casa; y cayó, y fue grande su ruina.” (Mateo 7:26-27)

Entonces como no somos insensatos, pondremos la Palabra de Dios por obra en todo tiempo!

“Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia, y vinieron ríos, y soplaron vientos, y golpearon contra aquella casa; y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca.” (Mateo 7:24-25)




4. ¿Quién ha conectado en nosotros el “Miedo y el Temor”? No somos temerosos!

Si Dios es amor (1 Juan 4:8), y hemos nosotros confesado a Jesús como hijo de Dios (1 Juan 4:15), como nuestro Señor y Salvador (Romanos 10:8-11), entonces permanecemos en Dios y Dios en nosotros! (1 Juan 4:15) Es aquí cuando entendemos que

“En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.” (1 Juan 4:18)

por ende sabemos que el que nos dice

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.” (Isaías 41:10)

y lo está haciendo!

“Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” (Romanos 8:37-39)

Vamos accionar, declarar, echar fuera la insensatez, el temor y el miedo! Te parece?

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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