Conocemos del tema y… ¿Tenemos experiencia?
Conocemos del tema y… ¿Tenemos experiencia?

Conocemos del tema y… ¿Tenemos experiencia?

1 Timoteo 1:15-16 (Experiencia)
“Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero. Pero por esto fui recibido a misericordia, para que Jesucristo mostrase en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habrían de creer en él para vida eterna.”

Romanos 15:17-21
“Tengo, pues, de qué gloriarme en Cristo Jesús en lo que a Dios se refiere. Porque no osaría hablar sino de lo que Cristo ha hecho por medio de mí para la obediencia de los gentiles, con la palabra y con las obras, con potencia de señales y prodigios, en el poder del Espíritu de Dios; de manera que desde Jerusalén, y por los alrededores hasta Ilírico, todo lo he llenado del evangelio de Cristo. Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; Y los que nunca han oído de él, entenderán.”

Aprendiendo y practicando

Sin duda alguna, la mejor manera de aprender algo es poniéndolo en práctica… Sí, una y otra vez! Sólo en la práctica podremos refinar el conocimiento adquirido y por ende adquirir experiencia.

Por ejemplo, nuestros padres nos instaron a gatear, dar nuestros primeros pasos, a caminar, para luego correr y saltar, poco a poco adquirimos el conocimiento, lo ejecutamos, practicamos una y otra vez adquiriendo destreza y es justo en este punto donde nosotros podemos enseñar a otros el método de cómo lo hemos hecho.

Sin embargo, ¿Preguntaríamos a un banquero de panadería o… viceversa? ó ¿Pediríamos un consejo a alguien que no tiene ni idea de lo que necesitamos? Definitivamente no tendría sentido…

De igual manera

“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma. Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” (Santiago 2:14-18)

El alardear de un tema sin tener experiencia solo servirá para hacer tropezar a los que realmente necesitan un consejo!

“Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.” (Marcos 9:42)

“Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?” (Lucas 6:39)

Debemos entender que no somos eternos (Mateo 24:22), por lo tanto nuestro conocimiento y experiencia de todos los temas es limitado (Santiago 1:5).
¿Entonces qué debemos hacer? ¿A quién acudimos?

1. Si desconocemos del tema debemos ser sinceros con nosotros mismos de que necesitamos de ayuda divina para el tema, por lo tanto pedir en oración dirección y escudriñar la Palabra de Dios nunca será mala idea!

“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.” (2 Timoteo 3:16-17)

“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado; Sino que en la ley de Jehová está su delicia, Y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo, Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.” (Salmos 1:1-3)




2. Ciertamente existe alguien que padeció absolutamente todo, tiene el conocimiento de todo, tiene la experiencia para brindárnosla para cuando la queramos, este es Jesús

“Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado. Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.” (Hebreos 4:15-16)

3. Y por si necesitamos más…

“Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.” (Juan 16:13)

¿Qué opinas?

Si aún no tienes tu Biblia, te recomiendo buscar la tuya aquí
Recuerda pasar por el Cancionero

Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *