Deuteronomio 6:1-2 PDT
«Esta es la instrucción que Dios me mandó enseñarles. Me la dio en forma de normas y leyes. Obedézcanlas en el territorio que ustedes están a punto de ocupar. De esa forma mostrarán ustedes respeto al Señor su Dios. Si ustedes, sus hijos y sus nietos obedecen todos los días de su vida las leyes y mandamientos de Dios que les doy, tendrán una larga vida.»
Por lo tanto, de continuo:
«…estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes.» (Deuteronomio 6:6-7)
Dios ha dicho que bendito es:
‘el fruto de tu vientre …’ (Deuteronomio 28:4)
Y que:
«No trabajarán en vano ni tendrán hijos que mueran antes de tiempo, porque ellos son descendientes de los que el Señor ha bendecido, y lo mismo serán sus descendientes.» (Isaías 65:23 DHH)
Además:
«Los hijos que tenemos son un regalo de Dios. Los hijos que nos nacen son nuestra recompensa.» (Salmos 127:3 TLA)
Ya Dios ha declarado esto sobre tu descendencia… así que tú:
«Enséñale al niño a elegir el camino correcto, y cuando sea viejo no lo abandonará.» (Proverbios 22:6 NBV)
porque
«Quien no cuida de sus parientes, y especialmente de su familia, no se porta como un cristiano; es más, tal persona es peor que quien nunca ha creído en Dios.» (1 Timoteo 5:8 TLA)
Ten en cuenta que:
«El que no corrige al hijo, lo odia; el que lo ama, lo disciplina a tiempo.» (Proverbios 13:24 PDT)
Y si fuere necesario:
«A los niños hay que corregirlos. Unos buenos golpes no los matarán, pero sí los librarán de la muerte.» (Proverbios 23:13-14 TLA)
Pero cuidado:
«Por lo que toca a ustedes, padres, eduquen con tacto a sus hijos, para que no se desalienten.» (Colosenses 3:21 BLPH)
Recuerda que la labor de instruir a tus hijos fue encomendada a ti y no a un colegio, iglesia, abuelos o a un extraño.
«Pongan en práctica la palabra y no se limiten a sólo escucharla pues de otra manera se engañan ustedes mismos.» (Santiago 1:22 NBV)
No esperes a que Dios diga:
«¡Ay de los hijos que se apartan, dice el SEÑOR, para hacer consejo, y no de mí, para cubrirse con cobertura, y no por mi Espíritu, añadiendo pecado a pecado!» (Isaías 30:1 JBS)
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!