¿Confiar? Tu confías, él confía … ¿y yo?
¿Confiar? Tu confías, él confía … ¿y yo?

¿Confiar? Tu confías, él confía … ¿y yo?

Jonás 1:4-5a TLA (Confiar)
«Cuando ya estaban en alta mar, Dios mandó un viento muy fuerte que pronto se convirtió en una terrible tempestad. El barco estaba a punto de romperse en pedazos. Cada uno de los marineros, temblando de miedo, llamaba a gritos a su dios.» 

Comparativa

Hoy, mientras leía fragmentos de la Palabra llegué al libro de Jonás y salta a mi el siguiente mensaje

«Cuando ya estaban en alta mar, Dios mandó un viento muy fuerte que pronto se convirtió en una terrible tempestad. El barco estaba a punto de romperse en pedazos. Cada uno de los marineros, temblando de miedo, llamaba a gritos a su dios.» (Jonás 1:4-5a TLA)

y por alguna razón en particular no quería pasar a otro pasaje, así que decidí meditarlo una y otra vez. Al incorporarme más y más en él viene a mi una comparativa:

  • Una barca, a todo aquello que nos hace sentir seguros
  • Marineros, haciendo referencia a toda habilidad, estudios, experiencia y cualquier otro aspecto que nos hace hacernos creer que con todo este conocimiento es mas que suficiente para decirnos: «Tenemos el control!«
  • Terrible tempestad, a todo aquella invitación (proceso) de Dios para hacernos recapacitar, comprender y depositar nuestra dependencia y confianza en Él
«Creo en Dios»

Profundizando un poco más, caía en cuenta que la mayoría de nosotros de manera casi automática decimos que creemos en Dios, pero no es hasta que enfrentamos una circunstancia para salir temblando de miedo y llamar a gritos a nuestros «dioses«:

  • Esa persona que siempre nos presta dinero
  • Ese familiar que tiene contactos
  • Aquel que estudió y podría darnos una mano
  • (Diligencie aquí sus dioses)
Pero, ¿qué de la confianza en Dios?

«Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.» (Hebreos 11:1 TLA)

Exactamente esos incidentes, circunstancias, altibajos son para demostrarnos cuanta es nuestra confianza en nuestro Padre, ese es el momento donde recordamos, sabemos y estamos absolutamente convencidos que algo Papá va hacer y es nuestro deber descansar en Él, como un buen hijo en los brazos de su padre. Si sabemos que tenemos un Padre eterno, bueno, grandioso y es pronto socorro ¿Para qué deberíamos tener «dioses»?

«Amados hermanos, cuando tengan que enfrentar cualquier tipo de problemas, considérenlo como un tiempo para alegrarse mucho porque ustedes saben que, siempre que se pone a prueba la fe, la constancia tiene una oportunidad para desarrollarse. Así que dejen que crezca, pues una vez que su constancia se haya desarrollado plenamente, serán perfectos y completos, y no les faltará nada.» (Santiago 1:2-4 NTV)

Amigo y amiga que me lees

«Entonces, ¿por qué desalentarse? ¿Por qué estar desanimado y triste? ¡Espera en Dios! ¡Aún lo alabaré de nuevo! ¡Él es mi Salvador y mi Dios!» (Salmos 42:5 NBV)

«Así que alégrense de verdad. Les espera una alegría inmensa, aunque tienen que soportar muchas pruebas por un tiempo breve. Estas pruebas demostrarán que su fe es auténtica.» (1 Pedro 1:6-7a NTV)

Si aún no tienes tu Biblia, te recomiendo buscar la tuya aquí
Recuerda pasar por el Cancionero

Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *