¿Mientras dormimos viene el malo y siembra cizaña?
¿Mientras dormimos viene el malo y siembra cizaña?

¿Mientras dormimos viene el malo y siembra cizaña?

Mateo 13:24-26
“Les refirió otra parábola, diciendo: El reino de los cielos es semejante a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero mientras dormían los hombres, vino su enemigo y sembró cizaña entre el trigo, y se fue. Y cuando salió la hierba y dio fruto, entonces apareció también la cizaña.”

Después de un día arduo de trabajo lo único que deseamos es dormir, sin embargo, el “dormir” que se habla hoy se refiere al contexto de dejar de hacer lo que obviamente tenemos que hacer por desánimo, fastidio, no le damos la importancia que merece o sencillamente, pereza.
Un hijo de Dios debe estar sobrio y vigilante en la labor que desempeña, no puede ser descuidado, ni muchos menos hacer uso de pereza más sabiendo que

“… el Espíritu dice claramente que en los postreros tiempos algunos apostatarán de la fe, escuchando a espíritus engañadores y a doctrinas de demonios” (1 Timoteo 4:1)

Está en juego nuestra Salvación! Debemos retener lo que se nos ha entregado con temor y temblor! Somos responsables de nuestros actos por ello

“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que ninguno tome tu corona.” (Apocalipsis 3:11)

“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor, porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” (Filipenses 2:12-13)

Esto no es un juego

“Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; al cual resistid firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo.” (1 Pedro 5:8-9)

De nada nos sirve ser oidores y no hacedores

“Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos.” (Santiago 1:22)

Por poner un ejemplo, un hijo de Dios es

“linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis alcanzado misericordia.” (1 Pedro 2:9-10)

Entonces

  • ¿Somos hijos de Dios?
  • ¿Estamos anunciando las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable?
  • ¿Estamos durmiendo?
  • ¿No se supone que debemos proclamar las grandezas de Dios “Porque el nombre de Jehová proclamaré. Engrandeced a nuestro Dios.” (Deuteronomio 32:3)?
  • ¿Cual es la razón para no compartir la Palabra del Señor con nuestros semejantes?
  • ¿Compartiríamos la Palabra de Dios con aquel que nos ha hecho daño?
  • ¿Amargura?
  • ¿Molestia?
  • ¿Rabia?
  • ¿Se ha sembrado cizaña en nuestro corazón?
  • ¿Fue cuándo dormíamos?

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados” (Hebreos 12:15)




¿Está en crisis nuestra Salvación?

Si somos hijos de Dios, la pereza entonces no es nuestra virtud! ¿No sabíamos que

“Si fueres flojo en el día de trabajo, Tu fuerza será reducida.” (Proverbios 24:10)?

“Por la pereza se cae la techumbre, y por la flojedad de las manos se llueve la casa.” (Eclesiastés 10:18)

Por tanto

“Velad, pues, porque no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa; si al anochecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o a la mañana; para que cuando venga de repente, no os halle durmiendo. Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.” (Mateo 13:35-37)

¿Cómo andamos de discernimiento?

Muchas ovejas que deberían estar en los asuntos del reino inician una pequeña siesta y cuando despiertan están tan perdidas, lejos del rebaño y a manos de manada de lobos… ¿Somos esa clase de ovejas se duermen? o ¿Somos de las ovejas que son sobrias y velan porque están atentas a la voz del Maestro?

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:27-28)

Hey despierta! Mira que ahí viene el malo a querer sembrarte cizaña!

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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