Hebreos 10:38-39 NBV (Madurez)
«Mi justo vivirá por la fe; pero si se vuelve atrás, no estaré contento con él». Mas nosotros no somos de los que se vuelven atrás y terminan perdiéndose, sino de los que tienen fe y alcanzan la salvación.«
Introducción a la madurez
Llegamos a conocer de Dios, nos arrepentimos, le aceptamos como Señor y Salvador, y empieza un nuevo vivir en Cristo… Pero por lo general la mayoría de las cosas empiezan a oponerse… amistades, trabajo e inclusive, la familia etc… pues no es para poco lo que esta sucediendo en nuestra vida
“Se les enseñó a dejar atrás la forma de vida que llevaban antes. Ese viejo ser va de mal en peor por los deseos engañosos. Aprendieron a renovar su forma de pensar por medio del Espíritu, y a revestirse del nuevo ser que Dios creó a su imagen para que practique la justicia y la santidad por saber la verdad.” (Efesios 4:22-24 PDT)
Primero, la Palabra va haciendo su obra
“La palabra de Dios vive, es poderosa y es más cortante que cualquier espada de dos filos, penetra tan profundo que divide el alma y el espíritu, las coyunturas y los huesos, y juzga los pensamientos y sentimientos de nuestro corazón.” (Hebreos 4:12 PDT)
y segundo, va derribando todo argumento que teníamos.
“Porque esta es la voluntad de Dios: que, practicando el bien, hagan callar la ignorancia de los insensatos. Eso es actuar como personas libres que no se valen de su libertad para disimular la maldad, sino que viven como siervos de Dios.” (1 Pedro 2:15-16 NVI)
La madurez en Cristo
Ahora, teniendo lo anterior claro, debemos entender que
“Para esto los llamó, para que así como Cristo sufrió por ustedes y les dio el ejemplo, ustedes sigan sus pasos. «Cristo no cometió ningún pecado ni engañó jamás a nadie». Cuando lo insultaban, él no respondía con insultos. Cuando lo hacían sufrir, no los amenazaba, sino que se entregaba a Dios y dejaba que él juzgara con justicia. Cristo mismo llevó en su cuerpo nuestros pecados a la cruz, para que muramos al pecado y llevemos una vida justa. Cristo fue herido para que ustedes fueran sanados. Antes ustedes eran como ovejas descarriadas, pero ahora han regresado al Pastor que cuida de sus vidas.” (1 Pedro 2:21-25 NBV)
“Nada de lo que Dios ha creado puede esconderse de él; todo está claramente expuesto ante aquel a quien tenemos que rendir cuentas. Jesús, el Hijo de Dios, es nuestro gran Sumo sacerdote que ha entrado en el cielo. Por eso debemos seguir firmes en la fe que profesamos.” (Hebreos 4:13-14 DHH)
¿Qué quiere decir esto?
Dejar nuestra vieja vida, perseverar en la fe, adoptar un estilo de vida con una buena conducta que agrada al Rey y entender que caminamos un camino aun más excelente requiere Madurez! ¿Cuál es la finalidad?
“Él dio esos dones para preparar a su pueblo santo para el trabajo de servir y fortalecer al cuerpo de Cristo. Este trabajo debe continuar hasta que estemos todos unidos en lo que creemos y conocemos acerca del Hijo de Dios. Nuestra meta es convertirnos en gente madura, vernos tal como Cristo y tener toda su perfección. Así no nos portaremos como niños, ni seremos como un barco a la deriva arrastrados por cualquier nueva enseñanza de quienes buscan engañarnos con sus trampas. Por el contrario, maduraremos y seremos como Cristo en todo sentido, enseñando la verdad con amor. Cristo es la cabeza, y el cuerpo entero depende de él. Por medio de él, todas las partes del cuerpo están ligadas y se mantienen unidas. Cada parte cumple su función y así todo el cuerpo crece y se fortalece por el amor.” (Efesios 4:12-16 PDT)
Ya no nos portamos como niños inmaduros! Tú y yo hemos decido ser como Cristo en todo sentido!
¿Qué tan maduros somos?
“Hermanos, antes no les podía hablar como a gente espiritual, sino como a los que todavía no han crecido espiritualmente, es decir, como a bebés en Cristo. Las enseñanzas que les di fueron como leche porque todavía no podían comer nada sólido. Y aun no están listos para comerlo, pues todavía no siguen al Espíritu. Aun hay envidias y peleas entre ustedes, ¿no demuestra eso que todavía no han crecido espiritualmente y que actúan como cualquier otro del mundo?” (1 Corintios 3:1-3 PDT)
Meditemos en esto, tomemos consejo, maduremos para que así agrademos a Cristo y podamos decir “¿Madurez? ¡Si! ¿Retroceder? ¡Ni en broma!”.
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!