2 Pedro 2:20-22 TLA
“Además, los que han conocido a nuestro Señor y Salvador Jesucristo ya no siguen el ejemplo de los pecadores de este mundo; pero, si se dejan engañar con esas cosas, y además se dejan controlar por el pecado, quedarán peor que antes. Más les valdría no haber conocido este santo mandamiento, ni saber de qué manera quiere Dios que vivan, que saber esto y no obedecerlo. Así, esas personas demuestran la verdad del dicho: «El perro vuelve a su vómito», y también la verdad de este otro: «El cerdo recién bañado vuelve a revolcarse en el lodo».”
“Entonces el rey David entró y se presentó delante del Señor, y dijo: «¿Quién soy yo, oh Señor Dios, y qué es mi casa para que me hayas traído hasta aquí?” (1 Crónicas 17:16 NBLA)
“Oh Señor, ¿qué son los seres humanos para que te fijes en ellos, los simples mortales para que te preocupes por ellos?” (Salmos 144:3 NTV)
Que un Dios Grande, Admirable y Poderoso haya venido a interesarse por ti y por mí para darnos una nueva oportunidad, Vida y vida en abundancia… Esto es asombroso!
“Sin embargo, ¡ese es el momento cuando debes tener mucho cuidado! En tu abundancia, ten cuidado de no olvidar al Señor tu Dios al desobedecer los mandatos, las ordenanzas y los decretos que te entrego hoy.” (Deuteronomio 8:11 NTV)
Si continuamente nos preguntáramos a nosotros mismos lo siguiente: “¿De donde Dios nos sacó?”… para después volver a preguntarnos: “¿Y ahora qué somos en Dios?”, el desaliento no podría entrar en nuestras vidas, dado que no habría manera.
Sin embargo
“… todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución” (2 Timoteo 3:12)
“He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán; y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles. Mas cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar. Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros. El hermano entregará a la muerte al hermano, y el padre al hijo; y los hijos se levantarán contra los padres, y los harán morir. Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo.” (Mateo 10:16-22)
No es sorpresa que el “ladrón de nuestras almas” también lo sepa, así que insistentemente nos va abrumar, cargar, nos someterá a situaciones de estrés e impaciencia para que perdamos la fe, así, ya no meditemos en la Palabra de Dios, dejemos entrar el desaliento y así reneguemos y olvidemos quienes somos en Dios… y así se nuble la parte de nuestro pensamiento donde teníamos presente “de donde nos sacó Dios”…
¿Cómo evitar el plan maestro del enemigo de nuestras vidas?
Su plan maestro se basa en 3 pilares “robar, matar y destruir” (Juan 10:10), no es sorpresa que nos va intentar robar el ánimo, el gozo, la paz… Pero hoy Dios nos dice que:
1.
“Aunque un ejército acampe contra mí, No temerá mi corazón; Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.” (Salmos 27:3)
porque “Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.” (Salmos 91:7)
2. Tranquilicemonos y confiemos que
“… Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.” (1 Juan 3:8b)
¿Existe alguien más poderos que Jesús?
“Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:9-11)
3. Por lo tanto
“Mantengamos firme, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió.” (Hebreos 10:23)
Animemonos! Vale la pena servir y andar en el equipo ganador… Nuestro comandante es nada más y menos Poderoso Gigante!
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!