Hechos 13:46-47
“Entonces Pablo y Bernabé, hablando con denuedo, dijeron: A vosotros a la verdad era necesario que se os hablase primero la palabra de Dios; mas puesto que la desecháis, y no os juzgáis dignos de la vida eterna, he aquí, nos volvemos a los gentiles. Porque así nos ha mandado el Señor, diciendo: Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra. Los gentiles, oyendo esto, se regocijaban y glorificaban la palabra del Señor, y creyeron todos los que estaban ordenados para vida eterna.”
Definitivamente todos, absolutamente todos, hemos pecado
“Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” (Eclesiastés 7:20)
«¿Pero por qué? ¿o cómo así?»
“hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente, y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas. No hemos obedecido a tus siervos los profetas, que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra.” (Daniel 9:5-6)
así que
“Si decimos que no hemos pecado, le hacemos a él mentiroso, y su palabra no está en nosotros.” (1 Juan 1:10)
Por lo tanto, entendemos que
“por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)
“… irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.” (Mateo 25:46)
En la antigüedad el pueblo de Israel buscaba el perdón de Dios así
“Si esa persona trae una oveja como sacrificio por el pecado, deberá traer una hembra sin ningún defecto. Pondrá la mano sobre la cabeza de la oveja, y luego la degollará como sacrificio por el pecado en el lugar donde se matan los animales que se van a quemar. Entonces el sacerdote tomará con el dedo un poco de sangre del animal sacrificado por el pecado y la untará en los cuernos del altar de los holocaustos, y toda la sangre restante la derramará al pie del altar. Luego le quitará toda la grasa, tal como se le quita al cordero que se ofrece como sacrificio de reconciliación, y quemará la grasa en el altar, junto con las ofrendas quemadas en honor del Señor. Así el sacerdote obtendrá el perdón por el pecado que esa persona cometió, y el pecado le será perdonado.” (Levítico 4:32-35 DHH)
¡Sin embargo, esto no se debe hacer más!
“¿Pero por qué? ¿Y ahora que hacemos? ¿Existe alguna manera de que podamos pagar por nuestros pecados?”
¡Te tengo buenas noticias, si la hay!
“El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.” (Juan 1:29)
De pronto diremos: “Pero espera! ¿Seguro que no hay otro? A mi me han hablado de que existen otros que nos pueden salvar!” La Palabra dice claramente
“Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad. Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo.” (1 Timoteo 2:3-6)
por tanto
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” (Juan 14:6)
“Esta bien y ¿quién es este Jesucristo?”
La Palabra dice
“el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.” (Filipenses 2:6-11)
por tanto
“Hijitos míos, les escribo estas cosas para que no cometan pecado. Aunque si alguno comete pecado, tenemos ante el Padre un defensor, que es Jesucristo, y él es justo. Jesucristo se ofreció en sacrificio para que nuestros pecados sean perdonados; y no sólo los nuestros, sino los de todo el mundo.” (1 Juan 2:1-2 TLA)
«¿Pero cómo así y por qué?»
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.” (Juan 3:16-17)
¿Quieres esto?
“Mas ¿qué dice? Cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón. Esta es la palabra de fe que predicamos: que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación. Pues la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado… porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo.” (Romanos 10:8-11,13)
Todos hemos pecado y mereceríamos un castigo eterno, a no ser por Jesucristo, que pagó ese precio por nosotros!
Así, si creemos en Jesucristo, lo aceptamos como Señor y Salvador, recibiremos perdón de pecados y vida eterna… En esto consiste el Evangelio, buenas nuevas! y ahora «Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.»
«No… Es que ya yo acepté a Jesús como mi Señor y Salvador»
“Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.” (Marcos 16:15)
“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.” (Mateo 28:19-20)
Para tener presente
«Pero, ¿cómo van a reconocerlo, si no confían en él? ¿Y cómo van a confiar en él, si nada saben de él? ¿Y cómo van a saberlo, si nadie les habla acerca del Señor Jesucristo?» (Romanos 10:14 TLA)
¿Y cómo irá alguien a contarles sin ser enviado? Por eso, las Escrituras dicen: «¡Qué hermosos son los pies de los mensajeros que traen buenas noticias!»» (Romanos 10:14-17 NTV)
Por ello…
¿Cuántas personas en nuestra familia no conocen de Dios?
«Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.»
¿Cuántos de nuestras amistades no conocen de Dios?
«Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.»
¿Cuántos de nuestros vecinos no conocen de Dios?
«Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.»
¿Cuántas personas en nuestro empleo no conocen de Dios?
«Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.»
¿Tienes a alguien en mente?… Si, ese mismo!
«Te he puesto para luz de los gentiles, A fin de que seas para salvación hasta lo último de la tierra.»
Oremos
¿Deseas conocerle?
Señor, hola, ¿cómo estás? espero que todo muy bien! ¿Sabes? He escuchado mucho de Ti pero realmente no me he dado la oportunidad de conocerte…
Luego de leer este mensaje, reconozco que he fallado y te necesito, de pronto por pena, duda, miedo, que sé yo, no me acerqué pero hoy quisiera que Tú me perdones por cada falta e imprudencia que he cometido. En verdad me arrepiento de lo que he hecho.
Quiero experimentarte, vivirte, por ello, te acepto Jesús como mi Señor y Salvador. Creo en Ti y dispondré mi tiempo para empezar aprender cada vez más de ti Señor.
¿Sabes? Anhelo que me orientes, me enseñes, esta vez yo callaré y escucharé tus consejos y mandatos porque ahora entiendo que me convienen.
Te lo pido en el nombre de Jesús. Amén.
¿Ya le conoces?
Señor, te agradezco por absolutamente todo lo que haces por mí y gracias por estar ahí siempre. Esta vez no quiero hablarte de mis altos y bajos ni tampoco de mis locuras, faenas y sueños…
esta vez me acerco a Ti porque me gustaría saber cómo podría usar lo que me has brindado para alcanzar alguien más para Ti, ¿cómo debería servir la mesa para que Tu cenes con esa nueva persona y yo sin hacer interrupciones?, ¿cómo y de qué manera debería menguar para no irrumpir tu plan en la cual claramente quiero participar?, sí! como un instrumento tuyo para construir y llegar en conjunto con tu Voluntad y así uno más a la lista se pueda agregar. Señor, ¿Me enseñas, orientas y me ayudas a ayudar? No por el premio que pueda obtener sino porque ya no quiero ver uno más perderse.
Te lo pido en el nombre de Jesús, Amén.
Si aún no tienes tu Biblia, te recomiendo buscar la tuya aquí
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!