Jeremías 17:7-8 DHH
“Pero bendito el hombre que confía en mí, que pone en mí su esperanza. Será como un árbol plantado a la orilla de un río, que extiende sus raíces hacia la corriente y no teme cuando llegan los calores, pues su follaje está siempre frondoso. En tiempo de sequía no se inquieta, y nunca deja de dar fruto.”
Muchas veces los problemas familiares, dificultades económicas, perdidas de algún bien o cualquier tipo de pormenor que irrumpa nuestra paz nos hacen perder el norte hasta el punto de llegar a decir neciamente ¡¿Señor dónde estás?!.
En otros casos, muchos se cansan de esperar y abandonan sus principios y fe, caminando a lo primero que ofrezca una “solución”. El caso, es que la Palabra de Dios hoy nos recuerda que
“… sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.” (Hebreos 11:6)
Vamos! No pierdas la esperanza
La Biblia menciona varios personajes que decidieron no perder la esperanza hasta ser recompensados, sin embargo todo pasaron por distintos tiempos para recibir la materialización de su promesa. Tomemos de ejemplo a Abraham y veamos los tiempos según la Palabra:
1. Tiempo de mi realidad versus La realidad de Dios
“Y tomaron Abram y Nacor para sí mujeres; el nombre de la mujer de Abram era Sarai, y el nombre de la mujer de Nacor, Milca, hija de Harán, padre de Milca y de Isca. Mas Sarai era estéril, y no tenía hijo.” (Génesis 11:29-30)
“Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré. Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.” (Génesis 12:1-2)
En esta etapa son muy familiares frases como
¿Se le habrá olvidado al Señor que soy la oveja negra de la familia? ¿Señor se te ha olvidado que estoy endeudado? ¿Se le habrá olvidado al Señor que no tengo recursos para estudiar? ¿Señor se te ha olvidado que mi matrimonio está en llamas? ¿Se le habrá olvidado al Señor que mi hijo es un delincuente y anda perdido en el alcohol y las drogas? ¿Señor se te ha olvidado que tengo un dictamen médico de enfermedad terminal?
Esperemos un momento… ¿Será que a Dios se le olvidó que Sarai, la mujer de Abram, era estéril? ¿Cómo entonces lograría ser Abram una nación grande?… Recuerda
“Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. El dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?” (Números 23:19)
2. Tiempo de la duda versus la fe
“Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra. Y edificó allí un altar a Jehová, quien le había aparecido.” (Génesis 12:7)
“Y Jehová dijo a Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el norte y el sur, y al oriente y al occidente. Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre. Y haré tu descendencia como el polvo de la tierra; que si alguno puede contar el polvo de la tierra, también tu descendencia será contada.” (Génesis 13:14-16)
“Y respondió Abram: Señor Jehová, ¿qué me darás, siendo así que ando sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese damasceno Eliezer? Dijo también Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que será mi heredero un esclavo nacido en mi casa. Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará éste, sino un hijo tuyo será el que te heredará. Y lo llevó fuera, y le dijo: Mira ahora los cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu descendencia.” (Génesis 15:2-5)
Señor pero cuando salí de la casa de mi padre tenía 75 años y ahora tengo 86 años!! … En esta etapa son muy familiares frases como:
“Lamentamos decirle que la quimioterapia no ha tenido efecto” “Señor lo estamos llamando para informarle que su plazo de pago se ha acabado y procederemos con el cobro jurídico” “No puedo seguir con esto, necesito que por favor me firmes la carta de divorcio” “Los estamos llamando para decirle que su hijo se encuentra preso”
“Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad.” (Marcos 9:23-24) , “Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40)
3. Tiempo de la desidia versus prepararnos para palpar la promesa
“Y no se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque te he puesto por padre de muchedumbre de gentes.” (Génesis 17:5)
“Dijo también Dios a Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara será su nombre.” (Génesis 17:15)
“Respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él como pacto perpetuo para sus descendientes después de él.” (Génesis 17:19)
“¿Hay para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré a ti, y según el tiempo de la vida, Sara tendrá un hijo.” (Génesis 18:14)
“El que al viento observa, no sembrará; y el que mira a las nubes, no segará.” (Eclesiastés 11:4)
¡Hay esperanza! ¡No te achantes! Levántate y ponte manos a la obra! Dios hace llover sobre el campo pero el sembrador toma tiempo para sembrar la semilla! Nadie lo va hacer por tí… Este es el momento que Dios espera que actuemos!
4. Tiempo de la promesa
“Tal como el Señor lo había dicho, se ocupó de Sara y cumplió con la promesa que le había hecho. Sara quedó embarazada y le dio un hijo a Abraham en su vejez. Esto sucedió en el tiempo anunciado por Dios. Al hijo que Sara le dio, Abraham le puso por nombre Isaac. Cuando su hijo Isaac cumplió ocho días de nacido, Abraham lo circuncidó, tal como Dios se lo había ordenado. Abraham tenía ya cien años cuando nació su hijo Isaac. Sara dijo entonces: «Dios me ha hecho reír, y todos los que se enteren de que he tenido un hijo se reirán conmigo. ¿Quién le hubiera dicho a Abraham que Sara amamantaría hijos? Sin embargo, le he dado un hijo en su vejez».” (Génesis 21:1-7 NVI)
¿En qué tiempo de los anteriores nos habremos quedado?
El Rey de Reyes y Señor de Señores, el Único, el Admirable, el Magnifico, el Poderoso Gigante anhela que si hemos perdido el rumbo volvamos al redil, que esperemos como un niño en Él
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.” (Isaías 55:8-9)
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.” (Jeremías 29:11)
“Y no solo en esto, sino también en nuestros sufrimientos, porque sabemos que el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza. Y esta esperanza no nos defrauda, porque Dios ha derramado su amor en nuestro corazón por el Espíritu Santo que nos ha dado.” (Romanos 5:3-5 NVI)
“…y la esperanza no avergüenza…” “…y la esperanza no avergüenza…”!
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!