Pero tienes qué esforzarte
Pero tienes qué esforzarte

Pero tienes qué esforzarte

Josué 1:7-9 RVC
Pero tienes qué esforzarte y ser muy valiente. Pon mucho cuidado y actúa de acuerdo con las leyes que te dio mi siervo Moisés. Nunca te apartes de ellas, ni a la derecha ni a la izquierda, y así tendrás éxito en todo lo que emprendas. Procura que nunca se aparte de tus labios este libro de la ley. Medita en él de día y de noche, para que actúes de acuerdo con todo lo que está escrito en él. Así harás que prospere tu camino, y todo te saldrá bien. Escucha lo que te mando: Esfuérzate y sé valiente. No temas ni desmayes, que yo soy el Señor tu Dios, y estaré contigo por dondequiera que vayas.”

Esforzarnos es trabajar más con nuestro estado físico, mental o moral para conseguir algo.
Todos tenemos metas, sueños, anhelos, proyectos… Lastimosamente nuestra sociedad o medios de comunicación nos bombardean constantemente de que no necesitamos no más que un mínimo esfuerzo para conseguirlas. Por poner ejemplos…“Compra esto y en tan sólo dos semanas lograrás…”, “Ven y adquiere con nosotros tarjetas de crédito”, “¿Necesitas dinero? Ven aquí”… ¿Tendrá algún valor algo por lo cual no nos esforzamos?

La frase «Pero tienes qué esforzarte…» no da lugar a la pereza

“Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo; Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado.” (Proverbios 6:9-11)

La frase «Pero tienes qué esforzarte…» no da lugar al pesimismo ni el miedo

“¿A dónde subiremos? Nuestros hermanos han atemorizado nuestro corazón, diciendo: Este pueblo es mayor y más alto que nosotros, las ciudades grandes y amuralladas hasta el cielo; y también vimos allí a los hijos de Anac.” (Deuteronomio 1:28)

La frase «Pero tienes qué esforzarte…» no da lugar al desenfoque

“incurriendo así en condenación, por haber quebrantado su primera fe. Y también aprenden a ser ociosas, andando de casa en casa; y no solamente ociosas, sino también chismosas y entremetidas, hablando lo que no debieran.” (1 Timoteo 5:12-13)

Entonces ¿La frase «Pero tienes qué esforzarte…» qué requiere?

El esfuerzo siempre requiere de:

1. Dios

“Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados.” (Proverbios 16:3), Recordemos que “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.” (Isaías 43:2)

Recuerda, si vamos con Dios, no tenemos porque temer, solamente debemos seguir enfocados

“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?” (Romanos 8:31)

2. Trabajo

Todo esfuerzo vale la pena, pero quien habla y no actúa acaba en la pobreza.” (Proverbios 14:23 TLA)

Porque Dios le devuelve al ser humano conforme a lo que hace. Le da a cada uno lo que merece.” (Job 34:11 PDT)

3. Actitud, alegría y motivación

Hagan lo que hagan, trabajen de buena gana, como para el Señor y no como para nadie en este mundo,  conscientes de que el Señor los recompensará con la herencia. Ustedes sirven a Cristo el Señor.” (Colosenses 3:23-24 NVI)

4. Diligencia

“El alma del perezoso desea, y nada alcanza; Mas el alma de los diligentes será prosperada.” (Proverbios 13:4)

5. Sacrificio y empeño

“Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.” (Filipenses 2:5-8)

Vamos, una milla mas!

6. Fe

¡Aún no lo vemos, pero seguimos creyendo que así será!

“No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello para lo cual fuí también alcanzado de Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome á lo que está delante, Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús.” (Filipenses 3:12-14)

¿Cansados?

“El da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” (Isaías 40:29-31)

¿Problemas matrimoniales? ¿Deudas? ¿Sin empleo? ¿En la ruina? ¿Problemas con los hijos? ¿Escasez?
Es posible salir de ellos si vamos de la mano del Señor, confiamos en Él y nos esforzamos!


¡Vamos que si podemos lograrlo! Animémonos, volvamos a levantarnos y esforcémonos que

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” (Filipenses 4:13)

y además ha dicho que

“… he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”(Mateo 28:20b)

¿Qué nos parece? ¿Servirá de algo esforzarnos? Hagamos la prueba que si se puede!

Y no olvidemos que hasta para entrar por la puerta angosta necesitamos esforzarnos

“Esforzaos a entrar por la puerta angosta; porque os digo que muchos procurarán entrar, y no podrán.” (Lucas 13:24)

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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