¿Aún no eres extranjero a este mundo?
¿Aún no eres extranjero a este mundo?

¿Aún no eres extranjero a este mundo?

1 Pedro 2:11-12 TLA
Amados hermanos en Cristo, les hablo como si ustedes fueran extranjeros y estuvieran de paso por este mundo. No hagan nada que obedezca a sus malos deseos, pues esos deseos los llevarán a la perdición. Pórtense bien cuando estén con gente que no cree en Dios. Así, aunque ahora esa gente hable mal de ustedes, como si fueran unos malvados, luego verá el bien que ustedes hacen, y alabará a Dios el día en que él les pida cuentas a todos.

¿Extranjeros?

Cuando creemos, confesamos y aceptamos a Cristo como Señor y Salvador (además de ser salvos (Romanos 10:8-10)) automáticamente se nos da la oportunidad de ser hechos hijos de Dios

“Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.” (Juan 1:12)

No solo eso…

somos ahora pueblo de Dios por haber pasado de tinieblas a luz

Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable. Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes no habían recibido misericordia, pero ahora ya la han recibido.” (1 Pedro 2:9-10 NVI)

así que es claro que

“… nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y esperamos con mucho anhelo que él regrese como nuestro Salvador.” (Filipenses 3:20 NTV)

por tanto, debemos dar siempre

“… gracias al Padre por considerarnos dignos de compartir la herencia que tiene preparada para todos los que pertenecen al pueblo de Dios y viven en la luz. Dios nos rescató del poder de la oscuridad y nos hizo entrar al reino de su Hijo amado, quien pagó el precio de nuestra libertad y así tenemos el perdón de nuestros pecados.” (Colosenses 1:12-14 PDT)

En vez de andar en tinieblas, ahora nuestro deber es portar el documento de identificación llamado, Santidad

“Así pues, queridos hermanos, éstas son las promesas que tenemos. Por eso debemos mantenernos limpios de todo lo que pueda mancharnos, tanto en el cuerpo como en el espíritu; y en el temor de Dios procuremos alcanzar una completa santidad.” (2 Corintios 7:1 DHH)

“Buscad la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:14 LBLA)

Extranjeros a este mundo con Ciudadanía Celestial

Por ello, como extranjeros, teniendo claro que nuestra ciudadanía es celestial y que estamos aquí para anunciar las virtudes de Aquel que nos llamó de tinieblas a su luz admirable (Evangelizar) porque somos extranjeros a este mundo, debemos:

1. Comportarnos con altura

“No se amolden a la conducta de este mundo; al contrario, sean personas diferentes en cuanto a su conducta y forma de pensar. Así aprenderán lo que Dios quiere, lo que es bueno, agradable y perfecto.” (Romanos 12:2 NBV)

2. Anhelar lo bueno y desechar lo malo

Por lo tanto, abandonando toda maldad y todo engaño, hipocresía, envidias y toda calumnia, deseen con ansias la leche pura de la palabra, como niños recién nacidos. Así, por medio de ella, crecerán en su salvación, ahora que han probado lo bueno que es el Señor.” (1 Pedro 2:1-3 NVI)

3. Andar en el Espíritu

Por eso les doy este consejo: dejen que el Espíritu guíe su vida y no complazcan los deseos perversos de su naturaleza carnal. Nuestra naturaleza carnal desea lo que está en contra del Espíritu y el Espíritu desea lo que está en contra de la naturaleza carnal. Los dos se oponen. Por eso resulta que ustedes no están haciendo lo que realmente quieren, pero si se dejan guiar por el Espíritu, quedan libres de la ley. Está muy claro que las cosas que hace nuestra naturaleza carnal son: inmoralidad sexual, impureza, descontrol, idolatría, participar en brujerías, odio, discordia, celos, iras, rivalidades, peleas, divisiones, envidias, borracheras, parrandas y otras cosas parecidas.

Ya les advertí contra eso y ahora les vuelvo a decir lo mismo, que todos los que hacen eso no tendrán parte en el reino de Dios. En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad, bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No existe ninguna ley en contra de esas cosas. Todos los que pertenecen a Cristo han crucificado su naturaleza carnal con sus pasiones y sentimientos egoístas. Ya que el Espíritu nos da vida, debemos dejarlo que nos guíe.” (Gálatas 5:16-25 PDT)

4. Escudriñar la Palabra de Dios y caminar conforme a lo que en ella está escrito

“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.” (Salmos 119:9)

«Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Solamente entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas.» (Josué 1:8 NTV)

5. Buscar la aprobados de Dios

“Esfuérzate por merecer la aprobación de Dios, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, como alguien que sigue fielmente la palabra de la verdad.” (2 Timoteo 2:15 BLP)

6. Estar alerta y orar

Estén alerta y oren para que no caigan en tentación. El espíritu está dispuesto, pero el cuerpo es débil” (Mateo 26:41 NVI)

¿Nos parece?

“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis. Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino. Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino? Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.” (Juan 14:1-7)

¿Aún no somos extranjeros a este mundo? Salgamos entonces…

Así también Jesús sufrió fuera de la puerta de la ciudad, para que por medio de su sangre el pueblo fuera santo. Por eso, salgamos a encontrarnos con él fuera del campamento, compartamos la deshonra que él sufrió, pues en este mundo no tenemos una ciudad que dure para siempre, sino que buscamos la ciudad que está por venir. Ya que es así, ofrezcamos continuamente a Dios un sacrificio de alabanza por medio de Jesucristo; es decir, confesemos su nombre con nuestros labios.” (Hebreos 13:12-15 NBV)

Y si ya somos extranjeros a este mundo entonces no perdamos el rumbo!

“… os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados” (Efesios 4:1b)

“Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca.” (Hebreos 10:24-25)

“Porque los que esto dicen, claramente dan a entender que buscan una patria; pues si hubiesen estado pensando en aquella de donde salieron, ciertamente tenían tiempo de volver. Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de ellos; porque les ha preparado una ciudad.” (Hebreos 11:14-16)

Si aún no tienes tu Biblia, te recomiendo buscar la tuya aquí
Recuerda pasar por el Cancionero

Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *