Deuteronomio 18:9-14
“Cuando entres a la tierra que Jehová tu Dios te da, no aprenderás a hacer según las abominaciones de aquellas naciones. No sea hallado en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivinación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas naciones de delante de ti. Perfecto serás delante de Jehová tu Dios. Porque estas naciones que vas a heredar, a agoreros y a adivinos oyen; mas a ti no te ha permitido esto Jehová tu Dios.”
Es muy común encontrar en nuestra sociedad personas que se enfocan en hacer encantamientos para distintos fines como por ejemplo: para atraer a una persona, para poder ser amados, para ganar dinero, para eliminar el mal, para que les vaya bien, etc. Esta gente habla sin tapujos (Hasta por los medios de comunicación) de encantamientos, consultar el tiempo, el tarot, horóscopo, hechicería, conjuros y demás como si se tratase de algo normal, atribuyéndole a Dios lo que supuestamente le dicen a la gente
“Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: No os engañen vuestros profetas que están entre vosotros, ni vuestros adivinos; ni atendáis a los sueños que soñáis. Porque falsamente os profetizan ellos en mi nombre; no los envié, ha dicho Jehová.” (Jeremías 29:8-9)
El Señor prohibe el consultar a estas personas y aborrece los que tales cosas hacen
“No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos. Yo Jehová vuestro Dios.” (Levítico 19:31)
“Y la persona que atendiere a encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo.” (Levítico 20:6)
¿Por qué?
“Porque los terafines han dado vanos oráculos, y los adivinos han visto mentira, han hablado sueños vanos, y vano es su consuelo; por lo cual el pueblo vaga como ovejas, y sufre porque no tiene pastor.” (Zacarías 10:2)
Así que no es de extrañarse que vaguen y vuelvan a lo mismo dado
“…¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?” (Lucas 6:39)
La gente considera que esto es normal e inofensivo, pero la verdad es que cada vez te absorbe más, te vas adentrando poco a poco, por lo cual la Palabra de Dios es clara respecto a estas prácticas… son abominación!
Ejemplos en la Biblia
La Palabra de Dios nos da ejemplos de personas que terminaron muy mal y no solo eso… hicieron que sus hijos pasaran por terribles consecuencias por sus actos! Veamos 2 ejemplos:
¿Hemos leído que sucedió con el rey Saúl y sus hijos?
“Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina, y no consultó a Jehová; por esta causa lo mató, y traspasó el reino a David hijo de Isaí.” (1 Crónicas 10:13-14)
“Así murieron Saúl y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.” (1 Crónicas 10:6)
¿Hemos leído que sucedió con el rey Manasés y sus hijos?
“E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, según las abominaciones de las naciones que Jehová había echado de delante de los hijos de Israel. Porque volvió a edificar los lugares altos que Ezequías su padre había derribado, y levantó altares a Baal, e hizo una imagen de Asera, como había hecho Acab rey de Israel; y adoró a todo el ejército de los cielos, y rindió culto a aquellas cosas.
Asimismo edificó altares en la casa de Jehová, de la cual Jehová había dicho: Yo pondré mi nombre en Jerusalén. Y edificó altares para todo el ejército de los cielos en los dos atrios de la casa de Jehová. Y pasó a su hijo por fuego, y se dio a observar los tiempos, y fue agorero, e instituyó encantadores y adivinos, multiplicando así el hacer lo malo ante los ojos de Jehová, para provocarlo a ira.” (2 Reyes 21:2-6)
Un encantador nos va querer seducir con sus palabras, intentando traer esperanza a nuestras vidas mediante prácticas que no son agradables a Dios
“Pues hablando palabras infladas y vanas, seducen con concupiscencias de la carne y disoluciones a los que verdaderamente habían huido de los que viven en error. Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.” (2 Pedro 2:18-19)
¿Acaso nuestra vida no es tan valiosa como para ponerla en manos de un encantador?
Y peor aún… ¿Qué nuestros hijos paguen las consecuencias de nuestros actos?
“Manasés, pues, hizo extraviarse a Judá y a los moradores de Jerusalén, para hacer más mal que las naciones que Jehová destruyó delante de los hijos de Israel. Y habló Jehová a Manasés y a su pueblo, mas ellos no escucharon” (2 Crónicas 33:9-10)
¿Cuál es el fin de ellos?
“Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.” (Apocalipsis 21:8)
¿Estamos en estas prácticas? ¿Qué debemos hacer para salir de esto?
1. Reconocer el error
“Porque yo reconozco mis rebeliones, Y mi pecado está siempre delante de mí.” (Salmos 51:3)
¿Consultamos a un encantador o consultamos al Señor?
2. Confesar
“Mientras callé, se envejecieron mis huesos En mi gemir todo el día. Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano; Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad. Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado.” (Salmos 32:5)
¿Confesamos al Señor esta falta y anhelamos su perdón?
3. Gobierno
“que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo.” (Romanos 10:9)
¿Aceptamos que Jesús guíe nuestra vida (Juan 14:6)?
4. Santidad
“Santificaos, pues, y sed santos, porque yo Jehová soy vuestro Dios. Y guardad mis estatutos, y ponedlos por obra. Yo Jehová que os santifico.” (Levítico 20:7-8)
“Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.” (Hebreos 12:14)
¿Volveremos a consultar a los encantadores? El Señor no está lejos como muchos han contado
“He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis 3:20)
y Él esta esperando escucharnos y atender… Recuerda
“Clama a mí, y yo te responderé…” (Jeremías 33:3a)
¿Encantador? No gracias! No tenemos necesidad de consultar a un encantador!
«Y si os dijeren: Preguntad a los encantadores y a los adivinos, que susurran hablando, responded: ¿No consultará el pueblo a su Dios? ¿Consultará a los muertos por los vivos?” (Isaías 8:19)
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!