2 Reyes 2:23-24 (Responsabilidades)
“Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron unos muchachos de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: !!Calvo, sube! !!calvo, sube! Y mirando él atrás, los vio, y los maldijo en el nombre de Jehová. Y salieron dos osos del monte, y despedazaron de ellos a cuarenta y dos muchachos.”
La Biblia dice
“También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.” (2 Timoteo 3:1-5)
Desde muy pequeños nos enseñan ciertas normas, pautas, directrices para que cuando crezcamos, sepamos comportarnos, seamos altruistas y de paso, la vida no nos dé tan duro con sus distintas situaciones. Si hacemos un resumen de estas pautas podríamos señalar que “los buenos modales” y “el asumir responsabilidades” nos ayudarán a abrir puertas siempre, y obviamente, a tener una vida llevadera. Además de esto, nuestros padres sabían en qué momento premiarnos o en qué momento amonestarnos y esto estaba dado según el margen de valores y pautas enseñadas.
Examinemos modales y responsabilidades
¿Responsabilidades?¿Será que hoy podríamos mencionar 3 modales que nos caracterizan y 3 de nuestras responsabilidades principales? ¿De dónde se habrán sacado esos modales y responsabilidades?… Examinemos unos cuantos:
1. ¿Saludamos al ingresar y nos despedimos al salir de un lugar?
“Saludaos los unos a los otros con ósculo santo. Os saludan todas las iglesias de Cristo.” (Romanos 16:16)
“Las iglesias de Asia os saludan. Aquila y Priscila, con la iglesia que está en su casa, os saludan mucho en el Señor. Os saludan todos los hermanos. Saludaos los unos a los otros con ósculo santo.” (1 Corintios 16:19-20)
“Después que cesó el alboroto, llamó Pablo a los discípulos, y habiéndolos exhortado y abrazado, se despidió y salió para ir a Macedonia.” (Hechos 20:1)
2. ¿Damos las gracias?
“Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:18)
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido enseñados, abundando en acciones de gracias.” (Colosenses 2:6-7)
“Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que asimismo fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos. La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales. Y todo lo que hacéis, sea de palabra o de hecho, hacedlo todo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.” (Colosenses 3:15-17)
3. ¿Ayudamos a los demás?
“Y el que da semilla al que siembra, y pan al que come, proveerá y multiplicará vuestra sementera, y aumentará los frutos de vuestra justicia, para que estéis enriquecidos en todo para toda liberalidad, la cual produce por medio de nosotros acción de gracias a Dios. Porque la ministración de este servicio no solamente suple lo que a los santos falta, sino que también abunda en muchas acciones de gracias a Dios; pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la liberalidad de vuestra contribución para ellos y para todos; asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. !!Gracias a Dios por su don inefable!” (2 Corintios 9:10-15)
“Y cualquiera que dé a uno de estos pequeñitos un vaso de agua fría solamente, por cuanto es discípulo, de cierto os digo que no perderá su recompensa.” (Mateo 10:42)
“Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.” (1 Corintios 10:24), “Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edificación.” (Romanos 15:2)
“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos.” (Marcos 12:30-31)
4. ¿Nos comportamos adecuadamente?
“Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. Ambos eran justos delante de Dios, y andaban irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del Señor.” (Lucas 1:5-6)
“Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal?” (Job 1:8)
“Cuando Jesús vio a Natanael que se le acercaba, dijo de él: He aquí un verdadero israelita, en quien no hay engaño.” (Juan 1:47)
“Caminó, pues, Enoc con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios.” (Génesis 5:24)
5. ¿Y qué de nuestras responsabilidades?
“Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse sólo respecto de sí mismo, y no en otro; porque cada uno llevará su propia carga.” (Gálatas 6:4-5)
“Por lo cual, hermanos, tanto más procurad hacer firme vuestra vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás.” (2 Pedro 1:10)
“Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.” (1 Corintios 13:11)
6. ¿Trabajamos?
“Levántate, porque esta es tu obligación, y nosotros estaremos contigo; esfuérzate, y pon mano a la obra.” (Esdras 10:4)
“La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria.” (Proverbios 12:24)
“Las riquezas de vanidad disminuirán; Pero el que recoge con mano laboriosa las aumenta.” (Proverbios 13:11)
“Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo.” (2 Juan 1:8)
“El que hurtaba, no hurte más, sino trabaje, haciendo con sus manos lo que es bueno, para que tenga qué compartir con el que padece necesidad.” (Efesios 4:28)
“Pues la Escritura dice: No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario.” (1 Timoteo 5:18)
“Después de estas cosas, Pablo salió de Atenas y fue a Corinto. Y halló a un judío llamado Aquila, natural del Ponto, recién venido de Italia con Priscila su mujer, por cuanto Claudio había mandado que todos los judíos saliesen de Roma. Fue a ellos, y como era del mismo oficio, se quedó con ellos, y trabajaban juntos, pues el oficio de ellos era hacer tiendas.” (Hechos 18:1-3)
7. ¿Pedimos ‘Por favor’ (Cortesía)?
“Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos.” (Hechos 27:3)
“Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno.” (Colosenses 4:6)
“Finalmente, sed todos de un mismo sentir, compasivos, amándoos fraternalmente, misericordiosos, amigables; no devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredaseis bendición.” (1 Pedro 3:8-9)
8. ¿Ofrecemos el asiento en el transporte público (Empatía)?
“Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.” (Mateo 7:12)
“Aquél, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.” (Lucas 10:27-28)
“Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.” (Filipenses 4:5)
“No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos. Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” (Gálatas 6:9-10)
“Permanezca el amor fraternal. No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.” (Hebreos 13:1-2)
9. ¿Interrumpimos a los demás cuando hablan?
“Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.” (Santiago 1:19-20)
“Al que responde palabra antes de oír, Le es fatuidad y oprobio.” (Proverbios 18:13)
“Puesto que esto no puede contradecirse, es necesario que os apacigüéis, y que nada hagáis precipitadamente.” (Hechos 19:36)
10. ¿Respetamos a los mayores?
“La gloria de los jóvenes es su fuerza, Y la hermosura de los ancianos es su vejez.” (Proverbios 20:29)
“Igualmente, jóvenes, estad sujetos a los ancianos; y todos, sumisos unos a otros, revestíos de humildad; porque: Dios resiste a los soberbios, Y da gracia a los humildes.” (1 Pedro 5:5)
“No reprendas al anciano, sino exhórtale como a padre; a los más jóvenes, como a hermanos; a las ancianas, como a madres; a las jovencitas, como a hermanas, con toda pureza.” (1 Timoteo 5:1-2)
“Oye a tu padre, a aquel que te engendró; Y cuando tu madre envejeciere, no la menosprecies.” (Proverbios 23:22)
“Delante de las canas te levantarás, y honrarás el rostro del anciano, y de tu Dios tendrás temor. Yo Jehová.” (Levítico 19:32)
“Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra.” (Efesios 6:1-3)
11. ¿Primero las mujeres?
“Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros.” (Filipenses 2:3-4)
“Ninguno busque su propio bien, sino el del otro.” (1 Corintios 10:24)
“Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad, y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” (1 Juan 3:17-18)
“Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle? Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha? Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma.” (Santiago 2:14-17)
“Y llamó Adán el nombre de su mujer, Eva, por cuanto ella era madre de todos los vivientes.” (Génesis 3:20)
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” (1 Pedro 3:7)
Conclusión
¿Cuántas responsabilidades hemos dejado de lado? Hoy por hoy, ¿cómo estamos de modales y responsabilidades? ¿Recordando modales y responsabilidades? ¿Nos hará falta leer la Biblia?
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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!