¿Auto-placer para sentirnos plenos y realizados? ¿Cuerpo?
¿Auto-placer para sentirnos plenos y realizados? ¿Cuerpo?

¿Auto-placer para sentirnos plenos y realizados? ¿Cuerpo?

1 Corintios 7:3-9
“El marido cumpla con la mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con el marido. La mujer no tiene potestad sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido potestad sobre su propio cuerpo, sino la mujer. No os neguéis el uno al otro, a no ser por algún tiempo de mutuo consentimiento, para ocuparos sosegadamente en la oración; y volved a juntaros en uno, para que no os tiente Satanás a causa de vuestra incontinencia. Mas esto digo por vía de concesión, no por mandamiento. Quisiera más bien que todos los hombres fuesen como yo; pero cada uno tiene su propio don de Dios, uno a la verdad de un modo, y otro de otro. Digo, pues, a los solteros y a las viudas, que bueno les fuera quedarse como yo; pero si no tienen don de continencia, cásense, pues mejor es casarse que estarse quemando.”

Al día de hoy muchas personas se encuentran confundidas en que la masturbación sea o no un pecado. Así que para poder clarificar un poco el tema es propicio acudir a las raíces….
Sexo? Para qué Dios creó el sexo? Leamos:

1.

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis 1:27-28)

2.

“!!Qué hermosa eres, y cuán suave, Oh amor deleitoso! Tu estatura es semejante a la palmera, Y tus pechos a los racimos. Yo dije: Subiré a la palmera, Asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, Y el olor de tu boca como de manzanas, Y tu paladar como el buen vino, Que se entra a mi amado suavemente, Y hace hablar los labios de los viejos. Yo soy de mi amado, Y conmigo tiene su contentamiento. Ven, oh amado mío, salgamos al campo, Moremos en las aldeas. Levantémonos de mañana a las viñas; Veamos si brotan las vides, si están en cierne, Si han florecido los granados; Allí te daré mis amores. Las mandrágoras han dado olor, Y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, Nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.” (Cantar de los Cantares 7:6-13)

3.

“Sea bendito tu manantial, Y alégrate con la mujer de tu juventud, Como cierva amada y graciosa gacela. Sus caricias te satisfagan en todo tiempo, Y en su amor recréate siempre.” (Proverbios 5:18-19)

4.

“¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.” (1 Corintios 6:19-20)

La Palabra de Dios nos enseña que Dios creó el sexo para que sea disfrutado con nuestra pareja dentro del hermoso marco del matrimonio con la finalidad de que podamos tener hijos y deleitarnos con nuestra pareja de una manera sana y santa.

¿De manera sana y santa? Leamos:

1.

“Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo.” (1 Corintios 6:13)

2.

“Honroso sea en todos el matrimonio, y el lecho sin mancilla; pero a los fornicarios y a los adúlteros los juzgará Dios.” (Hebreos 13:4)

3.

“Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón. Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno. Y si tu mano derecha te es ocasión de caer, córtala, y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno.” (Mateo 5:27-30)

4.

“Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca.” (1 Corintios 6:18)

Así es! De manera sana y santa! El cuerpo que tenemos no es nuestro, es de Dios, de modo que todo lo que hagamos con nuestro cuerpo debe agradar a Dios!

“Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación. Así que, el que desecha esto, no desecha a hombre, sino a Dios, que también nos dio su Espíritu Santo.” (1 Tesalonicenses 4:7-8)

Lupa a los pensamientos

Lastimosamente, muchos olvidamos que toda fornicación, adulterio, depravación sexual y todo lo que concierne a este ámbito, no nace de la noche a la mañana… todo empieza desde un pensamiento…

“Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido. Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. Amados hermanos míos, no erréis.” (Santiago 1:12-16)

Un simple pensamiento que consideramos inofensivo puede llevarnos a cometer actos sexuales con nuestro cuerpo que no glorifican a Dios…

“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.” (Gálatas 5:19-21)

Si todo nace desde un pensamiento ¿Por qué no lo evitamos?

“porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,” (2 Corintios 10:4-5)

¿Cuándo fue la última vez que llevamos cautivo un pensamiento a la obediencia a Cristo?

No podemos dar rienda suelta a nuestros pensamientos y aún peor, ejecutarlos sin la aprobación de Dios…
Tal como leíamos en “Santiago 1:12-16”, un mal pensamiento puede despertar el deseo, el deseo la lascivia, la lascivia la lujuria y la lujuria a cometer toda inmoralidad sexual con nuestros cuerpos… entre estos se incluye el desahogo practicando la masturbación.
Así que, teniendo en cuenta todo lo anterior contestemos:
¿Con la masturbación procreamos?
¿Es la masturbación la manera correcta para deleitarnos con nuestra pareja en el marco del matrimonio?
¿Consideramos que andamos en el Espíritu cuando la practicamos?
¿Con la masturbación glorificamos a Dios con nuestros cuerpos?

Entendamos que la masturbación es pecado, no agrada a Dios, distorsiona nuestros sentidos (pervirtiendo lo que vemos y oímos), no glorifica a Dios, nos somete a esclavitud, y después de casados distorsiona la sexualidad en el matrimonio.

“Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.” (Juan 8:34)

¿Qué hacemos entonces para salir de esta mala práctica?
1. ¿Qué estamos mirando?

Nosotros decidimos que ver o no…

“Hice pacto con mis ojos; ¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?” (Job 31:1)

“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.” (Hebreos 12:2)

2. ¿Qué estamos oyendo?

Si lo que escuchamos provocará un mal pensamiento que sabemos que nos llevará a la masturbación… ¿Para qué lo escuchamos?…

“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano.” (Juan 10:27-28)

3. ¿Qué estamos pensando?

Analicemos que crea en nosotros este tipo de pensamientos y cortemoslo de raíz! ¿Cómo los cortamos?…

“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.” (Filipenses 4:8)

4. ¿Cuándo fue la última vez que le contamos a Dios en oración que nos sucede?

Siempre está a la mano… La usamos a partir de hoy?…

“En mi angustia invoqué a Jehová, Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo, Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos.” (Salmos 18:6)

5. ¿Cuándo haremos uso del dominio propio que nos dió el Señor?

Dominio propio es la capacidad que nos permite controlar nuestros pensamientos y emociones y estas no nos gobiernen… ¿Sabíamos que esta capacidad nos la dio el Señor?…

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” (2 Timoteo 1:7)

6. ¿Cuándo fue la última vez que ayunamos y meditamos en la Palabra de Dios?

Por lo general estos pensamientos llegan y son tan fuertes como para evitarlos, llegan como dardos de fuego… Es propicio ayunar, meditar la Palabra y escucharla para que nuestra fe crezca y sea ese escudo para contrarrestar ese ataque…

“Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y éstos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.” (Gálatas 5:16-17)

7. ¿Cuándo nos detendremos?

¿Qué tal si Jesús hubiera pospuesto el rescate para nosotros? ¿Qué tal si Jesús no hubiera tomado la decisión para darnos vida y vida en abundancia? Hoy es el día! No pospongamos más este asunto nocivo…

“Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.” (Gálatas 5:24)

Tomemos la decisión de instruirnos en la Palabra de Dios, mantener nuestra mente ocupada en los asuntos del Reino de Dios, creemos comunión con el Señor mediante el hábito de oración y ayuno, y no perdamos el tiempo y entendamos que toda práctica que se encuentre fuera del plan divino de Dios solo busca robarnos, matarnos y destruirnos!

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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