¿Devastador o edificador? Qué dices?
¿Devastador o edificador? Qué dices?

¿Devastador o edificador? Qué dices?

Juan 10:9-13 VOICE (Devastador)
«Yo soy la puerta; quien entre a través de Mí será liberado, entrará y saldrá, y encontrará pastos. El ladrón se acerca con intención maliciosa, buscando robar, matar y destruir; yo vine a dar vida con alegría y abundancia. Yo soy el Buen Pastor. El Buen Pastor da su vida por las ovejas a su cuidado. El devastador no es como el Pastor que cuida de sus propias ovejas. Lastimosamente, cuando un lobo ataca, termina arrebatando y dispersando las ovejas mientras que el devastador huye por su vida. El devastador corre porque trabaja solo por salarios y no se preocupa por las ovejas.» 

Cada día que vivimos es una toma de decisiones constante y cada una de ellas requiere esmero, análisis, prudencia, atención y aplicación.

Con razón el apóstol Pablo le escribió a Timoteo

«Pero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salvación por la fe que es en Cristo Jesús. Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.«

2 Timoteo 3:14-17 RVR1960

Conocer la Palabra de Dios y meditar en ella siempre traerá unos excelentes beneficios para la toma de decisiones con sabiduría y discernimiento. Entre más crecemos, más compromisos adquirimos y es vital una relación estrecha con el Señor mantener si como el Devastador no queremos ser.

El Rey Salomón?

El rey Salomón al percibir la magnitud de situaciones que debía resolver como mandatario, se apresuró a orar y decirle al Señor:

«—Dios mío, tú amaste mucho a mi padre David, y fuiste muy bueno con él, porque él te sirvió fielmente, fue un buen rey y te obedeció en todo. Además, permitiste que yo, que soy su hijo, reine ahora en su lugar. Pero yo soy muy joven, y no sé qué hacer. Y ahora tengo que dirigir a tu pueblo, que es tan grande y numeroso. Dame sabiduría, para que pueda saber lo que está bien y lo que está mal. Sin tu ayuda yo no podría gobernarlo. A Dios le gustó que Salomón le pidiera esto«

1 Reyes 3:7-10 TLA

En pocas palabras

«No me las sé todas…

Por favor Señor, ayúdame, guíame, enséñame, oriéntame»

Consecuencias de actuar como un devastador

Cuando tomamos decisiones a la liguera corremos el riesgo de actuar como un devastador, y no solo de nuestra vida sino de todos aquellos que nos rodean. ¿Cuántas familias han sido devastadas por una mala decisión? ¿Cuántos hijos perdidos en vicios porque padres no han hecho uso de la instrucción, la disciplina y la corrección? ¿Cuántos matrimonios destruidos por mezclar el libertinaje con la libertad?

«Al necio no le gusta comprender, sino expresar su opinión.»

Proverbios 18:2 BHTI

Cuando no aceptamos el consejo, la instrucción y nos creemos sabios en nuestra propia opinión, tarde que temprano caemos en el grupo que actúa en necedad para robar, matar y destruir. Robar la paz de los que nos rodean, atropellando sueños y proyectos, y destruyendo nuestra hermosa generación que el Señor con tanto esmero nos entregó.

«No se engañen a ustedes mismos. Si alguno se cree sabio según la sabiduría de este mundo, primero hágase ignorante para ser verdaderamente sabio.«

1 Corintios 3:18 PDT

Solo hay uno que vino a robar, matar y destruir, y ese no somos ni tu ni yo.

¿Estamos o hemos actuando como un devastador?

«El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, Y el conocimiento del Santísimo es la inteligencia.«

Proverbios 9:10

«Hijo mío, no olvides mis enseñanzas; y ten en mente mis mandamientos, porque alargarán tu existencia y te darán años de vida y paz. Que el fiel amor y la lealtad nunca te abandonen. Átalos a tu cuello, escríbelos en tu corazón, así recibirás la aprobación y el aprecio de Dios y de la gente. Confía en el Señor totalmente, no en tu propia sabiduría. Ten en cuenta a Dios en todo lo que hagas, y él te ayudará a vivir rectamente. No te creas más sabio que los demás; respeta al Señor y aléjate del mal, pues eso será como medicina para tu cuerpo y como un refresco para tus huesos.«

Proverbios 3:1-8 PDT

Conclusión

¿Confiamos en nuestra propia opinión para terminar siendo un destructor o confiamos en el Señor para seguir su instrucción y así hermosear todo a nuestro paso?

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Dios te continúe bendiciendo y que sigas teniendo un excelente día en Cristo Jesús!

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